La hermosa pero falsa historia de Blondel de Nesle y el rescate de Ricardo Corazón de León



Cuenta la leyenda que cuando Leopoldo de Austria hizo preso a Ricardo Corazón de León en su viaje de vuelta de las Cruzadas, lo entregó a Enrique VI, emperador del Sacro Imperio, quien lo encerró en un castillo en Alemania, cuya ubicación se mantuvo en secreto. Un trovador llamado Blondel de Nesle al que Ricardo, que había hecho sus pinitos también como trovador, había criado de niño, se lanzó a recorrer Alemania de castillo en castillo cantando una copla cuya letra habían compuesto él y Ricardo. Después de un largo, peligroso y fatigoso recorrido por todo el Sacro Imperio un día, al llegar a un castillo, le llegó desde la mazmorra del mismo una voz que continuaba con la letra de la canción que él había iniciado. Supo así que había encontrado al rey de Inglaterra y pudo poner en marcha el mecanismo para su liberación. La fidelidad del amigo trovador y el recuerdo de la canción que los dos habían compuesto logró lo que nadie había conseguido: localizar al cautivo rey de Inglaterra en un perdido y secreto castillo de Alemania.

Como reza el título de la entrada, esta historia es muy hermosa, pero lamentablemente no es verídica. Proviene de un relato del Ministril de Reims del siglo XIII, pero como digo no se ajusta a la realidad. Lo cierto es que el emperador Enrique VI en ningún momento mantuvo en secreto ni el cautiverio ni la ubicación de Ricardo Corazón de León. Se lo comunicó tanto a la madre del rey, para poder reclamar un cuantioso rescate por él, como al mayor enemigo del rey ingles, Felipe Augusto de Francia.

Algunos autores, como R.R Bezzola y Régine Perroud apuntan a la posibilidad de que la leyenda de Blondel contenga un trasfondo histórico, pero como argumenta uno de los principales biógrafos de Ricardo Corazón de León, el francés Jean Flori, se trata más bien de un intento de recuperar en provecho de los juglares y trovadores una parte del prestigio que Ricardo se había ganado en los años posteriores a su muerte. Los captores de Ricardo, continúa Flori, «no ocultan en absoluto su “hazaña”; la publican incluso por todo lo alto, para que nadie la ignore».

Cuando me documentaba para mi libro Los Plantagenet, de próxima publicación, tuve ocasión de comprobar el relato que del cautiverio y rescate de Ricardo Corazón de León hacían diversos autores británicos. De todos ellos (citados más abajo entre las fuentes de esta entrada) ninguno hacía mención siquiera a la figura de Blondel, salvo Dan Jones, que lo hacía precisamente también para desmentir la historia como una creación posterior a los hechos.

El propio relato que en mi libro hago de este episodio de la vida de Ricardo (y del que a  continuación extracto un párrafo) me lleva a la misma conclusión, pues difícilmente un rey que se encontrase cautivo en un paradero desconocido y secreto pudo maniobrar de la forma en que lo hizo Ricardo para socavar el intento de su hermano Juan sin Tierra de apoderarse de la corona de Inglaterra.

« A pesar de encontrarse preso, Ricardo pudo maniobrar para enderezar las cosas en su país y que se designara como arzobispo de Canterbury y canciller a Hubert Walter, compañero suyo en la aventura en Tierra Santa. Walter fue capaz de contrarrestar las maniobras de Juan para apoderarse de la corona (volvió al país con un grupo de mercenarios flamencos, empezó a extender el rumor de que Ricardo había muerto y se dirigió a Londres, donde su petición de que le entregaran el reino le fue denegada) y con la inestimable ayuda de Leonor de Aquitania consiguió exprimir a nobles, comerciantes, clero y en general al pueblo inglés hasta conseguir la cifra del rescate requerida por Enrique VI para devolver la libertad a Ricardo. La liberación se produjo el 4 de febrero de 1194, contra el pago de cien mil marcos y la promesa de abonar otros cincuenta mil, en garantía de la cual diversos rehenes fueron entregados al emperador.»

En definitiva, hermosa como es la leyenda del trovador Blondel de Nesle, la historia no se desarrolló así. Ello no quita para que en el castillo de Durnstein en Alemania una estatua represente a Ricardo Corazón de León y a Blondel de Nesle o para que su historia haya servido de inspiración para óperas como Ricardo Corazón de León, de Modeste Grétry (1784), poemas como Coeur de Lyon de Eleanor Pondel (1822) o novelas como la del prolífico e interesante escritor Gore Vidal (autor de libros como Juliano el Apóstata, Creación, Imperio o Lincoln), que en su obra En Busca del Rey recrea la leyenda de Blondel de Nesle. Un autor y una novela que para quien no los conozca recomiendo encarecidamente.

Me decidí a escribir esta entrada al escuchar recientemente en un programa de radio una narración del reinado de Ricardo Corazón de León en la que se daba como cierta la historia de Blondel, entre un elenco de sorprendentes inexactitudes históricas sobre Ricardo y Juan sin Tierra que me parecieron difícilmente justificables (salvo que se hubiese advertido inicialmente que el relato era ficticio, lo que yo no escuché)... pero esa es otra historia, sobre la que si me animo escribiré algún día.

Imagen| Wikimedia Commons
Fuentes| Jean Flori. Ricardo Corazón de León, el rey cruzado. Edhasa. Barcelona. 2002.
Dan Jones. Plantagenets, The Kings Who Made England. Londres: Ed. William Collins; 2012.
Peter Ackroyd. A History of England. Volume I (Foundations). Londres: Ed. McMillan; 2011.
Roy Strong. The Story of Britain. Londres: Ed. Pimlico; 1998.
Simon Schama. A History of Britain. Londres: BBC Worldwide Limited; 2000.
Derek Wilson. The Plantagenets, The Kings That Made Britain. Edición ebook. Londres: Quercus Edition Ltd.; 2014.
Marc Morris. King John: Treachery, Tyranny and the Road to Magna Carta. Cornerstone Digital, edición ebook; 2015.

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