Drogobich (1911): el pucherazo electoral que terminó en matanza


En las entradas del blog dedicadas a la situación en el imperio austrohúngaro en los años previos a la Primera Guerra Mundial, que calificaba como de «rompecabezas» , hacía una  mención especial a la compleja situación del parlamento correspondiente a la parte austriaca del imperio, la denominada Cisleitania. Por recordarlo brevemente, en la composición del parlamento resultante de las elecciones de 1907 entre los 516 escaños del parlamento de Viena estaban representados más de treinta partidos políticos; solo entre los que representaban a los ciudadanos checos del imperio había 28  Agricultores Checos, 18 Jóvenes Checos, 17 Conservadores Checos, 7 Viejos Checos, 2 Progresistas Checos, 1 Checo Independiente (conocido como “el loco”) y 9 Socialistas Nacionales Checos.
No es de extrañar que cuando llegaron las elecciones de 1911 tanto los partidos como las principales fuerzas vivas del imperio y los medios de comunicación se volcaran en una descomunal campaña de propaganda en la que resaltaban la importancia de acudir a votar en los comicios. Una de las causas por las que la propaganda en estas elecciones era considerada tan decisiva se debía a que para buena parte de los varones que iban a ejercer su derecho (las mujeres todavía no tenían derecho al voto) se trataba de una acción prácticamente nueva. Hasta 1897 solo podían votar los propietarios de tierras y únicamente para las elecciones de 1907 se había establecido el sufragio universal masculino.
En la ciudad de Drogobich, una localidad en la región de Galitzia que actualmente pertenece a Ucrania, se preveía una dura lucha por el escaño entre su tradicional titular Nathan Löwenstein y su principal oponente, Gershon Zipper. El deseo de cambio en la región era de tal magnitud que, a pesar de que Zipper era un candidato judío y ferviente sionista, contaba con el apoyo de los campesinos rutenos de la región, que veían en Löwenstein (y no sin razón) como una dócil criatura del poder establecido, del pequeño pero poderoso lobby de ricos industriales judíos y de los magnates del Club Polaco que venían dominando la región. Sus esperanzas de reformas contra la opresión que padecían estaban mejor emplazadas en un candidato judío y sionista, a pesar de tratarse de una de las zonas en las que los pogromos contra los judíos eran frecuentes.
Pero las autoridades de la región eran también plenamente conscientes de lo que se jugaban en las elecciones y no estaban dispuestas a permitir la derrota del candidato que les aseguraría el mantenimiento de sus privilegios, así que decidieron tomar medidas para dificultar el voto a los partidarios de Zipper. Cuando llegó el día de las elecciones (19 de junio de 1911) dispusieron que los más de ocho mil ciudadanos con derecho a voto lo hicieran en una sola urna. Además, el acceso a la misma estaba custodiado por varios policías que decidían de manera arbitraria a quién permitían y a quién impedían el acceso a la zona de votación. Evidentemente, solo tenían vía libre aquellos claramente identificables como simpatizantes de Löwenstein. Las protestas de los ciudadanos a los que se negaba la entrada al lugar donde se encontraba la urna fueron repelidas por varias cargas policiales.
La situación se agravó cuando la multitud que protestaba por no poder ejercer su derecho al voto empezó a causar disturbios y a romper escaparates de los comercios cercanos. Las autoridades solicitaron la presencia de la guarnición militar del cercano puesto de Prezmysl. A pesar de que entre la población se encontraban mujeres, niños y ancianos (acudir a votar se consideraba como un acto festivo al que asistían familias enteras), el ejército cargó indiscriminadamente contra la multitud.
Como resultado de esta actuación militar murieron veintiséis personas, entre las que había mujeres, niños y ancianos. La posterior investigación forense determinó que buena parte de ellas recibieron disparos por la espalda, lo que indica que cuando el ejército cargó estaban huyendo del lugar del conflicto.
Los acontecimientos del 19 de junio de 1911 en Drogobich ponen de manifiesto el grado de esperanza que los ciudadanos de las diversas regiones de Austria-Hungría ponían en las distantes instituciones imperiales para poner freno a las arbitrariedades de las autoridades locales. También demuestran el error que supone enfocar los problemas de los últimos años del imperio solo como una lucha entre nacionalidades, etnias y religiones. En Drogobich, como en muchos otros lugares, las elecciones al parlamento eran un enfrentamiento entre clases sociales: judíos y cristianos (polacos, rutenos, checos) poderosos contra campesinos y obreros de diferentes etnias y religiones.
Desgraciadamente, con el tiempo los problemas para los habitantes de la región y muy especialmente para los judíos, serían mucho más graves que la muerte de veintiséis personas en los incidentes por no poder acudir a votar en unas elecciones ... pero esa es otra historia.
Fuente| Pieter M. Judson: The Habsburgh Empire; A new history.

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