Edgar Aetheling, el último rey sajón de Inglaterra.


El título de «último rey sajón de Inglaterra» suele atribuirse tradicionalmente a Harold Godwinson, que heredó la corona después de la muerte de Eduardo «el Confesor» y que la perdió, junto con la vida, en la batalla de Hastings en 1066 frente a las tropas normandas de Guillermo «el Conquistador». (ver enlace para más detalles).
Es cierto que Harold fue, digámoslo así, el último sajón que ocupó de manera efectiva el trono de Inglaterra y que después de Hastings fue el normando Guillermo I quien ejerció el poder en el país y fue coronado en una ceremonia que no se desarrolló del todo como se esperaba (historia también narrada en una entrada del blog).
Sin embargo, después de la muerte de Harold hubo otro sajón que llegó a ser elegido como rey de Inglaterra para sustituir al fallecido monarca. Este hombre se llamaba Edgar Aetheling y era un prominente noble sajón cuyos derechos al trono inglés eran al menos igual de válidos que los de Harold. Su abuelo Edmund Ironside era hermanastro por parte de padre del rey Eduardo «el Confesor» y su padre Eduardo, que había vivido largos años exiliado en Hungría donde Edgar había nacido, había fallecido en extrañas circunstancias al retornar a Inglaterra desde su exilio en 1057.
Edgar era descendiente de la casa real de Wessex y por sus venas corría la sangre del gran rey sajón Alfredo «el Grande». Su mismo sobrenombre de Aetheling implicaba en el reino de Wessex un reconocimiento a su vinculación al trono. Por ello, a medida que la muerte de Eduardo «el Confesor», que no tenía descendencia, se aproximaba se hizo evidente que la mayor amenaza para el acceso al trono de Harold Godwinson era Edgard  Aetheling. Pero, Edgard tenía por entonces apenas trece años y Harold se había asegurado mediante alianzas matrimoniales y otras promesas el apoyo de los principales nobles sajones. Además, aunque este hecho no está claro, alegó que en su lecho de muerte Eduardo «el Confesor» le había señalado como su heredero al trono. Sea como sea, Harold Godwinson fue elegido por el witan (asamblea de nobles sajones) y coronado en Westminster el 5 de enero de 1066, aunque como hemos visto su reinado sería breve pues el mismo año moriría en Hastings.
Guillermo «el Conquistador» podía haber derrotado al ejército sajón y matado a su rey, pero todavía no había conquistado el país. En Londres, apoyado por el arzobispo de York y los condes de Mercia y Northumbria, Edgar Aetheling fue elegido rey por un witan con muchas ausencias y reunido a toda prisa para suceder al fallecido Harold. Pero la efectividad de su nombramiento fue prácticamente nula, pues en pocas semanas, y sobre todo tras tomar conocimiento del nombramiento de Edgar en Londres, Guillermo fue acercándose a la capital destrozando a su paso campos y poblaciones. Los condes de Mercia y Northumbria abandonaron Londres y al joven Edgar, sin apoyo ninguno, no le quedó otro remedio que rendir la ciudad al normando y prometerle obediencia en una ceremonia en Berkhamsted.
Cuando Guillermo regresó a Normandía en 1067, se llevó con él como rehén y prisionero a Edgar, pero posteriormente permitió su regreso a Inglaterra. Cuando en 1068 se produjo un levantamiento generalizado de los sajones contra la dominación normanda de Guillermo Edgar se unió a ella. La rebelión fue literalmente aplastada por Guillermo y el sajón se vio obligado a huir a Escocia buscando refugio en la corte del rey Malcolm.
A partir de ese momento el fallido objetivo de la la vida de Edgar fue la recuperación del trono inglés. Inició diversas rebeliones contra Guillermo y todas ellas acabaron en fracaso y en su necesidad de buscar refugio fuera de Inglaterra. En 1069 encabezó un intento de tomar la ciudad de York, pero no pudo llevarlo a cabo y tuvo que volver a huir a Escocia. En 1070 se unió a una invasión de Inglaterra llevada a cabo por los daneses; los invasores llegaron a tomar York, pero posteriormente la abandonaron y regresaron a sus barcos. Finalmente Guillermo consiguió derrotar a los daneses y Edgar debió buscar refugio primero en Escocia y luego en Flandes cuando Guillermo, harto de las incursiones de los escoceses y los exiliados ingleses sobre su reino, decidió lanzar una invasión sobre su vecino del norte. Con ello pretendía, y consiguió, poner fin a la amenaza del rey Malcolm de Escocia, que se había vuelto más grave cuando este había contraído matrimonio con la hermana del rebelde sajón Edgar Aetheling.
Nuestro protagonista no abandonó su idea de recuperar el trono inglés y, una vez en el continente, buscó el apoyo del rey francés. Felipe I le ofreció encantado un castillo desde el que amenazar las posesiones de Guillermo en Normandía y Edgar volvió a embarcar con destino Escocia para buscar el apoyo financiero y militar de su cuñado el rey Malcolm para una nueva invasión de Inglaterra. Pero cuando navegaba de regreso a Francia su barco naufragó y Edgar perdió todo su tesoro y estuvo a punto de perder también la vida. De vuelta a Escocia el rey Malcolm logró convencerle de la inutilidad de sus intentos de recuperar el trono inglés y de la necesidad de someterse y hacer las paces con el que ya era indiscutido rey de Inglaterra, Guillermo I.
Finalmente, en 1075 Edgar Aetheling juró fidelidad a Guillermo «el Conquistador», quien le perdonó sus intentos de rebelión contra él y le permitió pasar el resto de sus días como un miembro más de su corte. Llegó a combatir por él en Italia y participó en las Cruzadas.
A la muerte de Guillermo I le sucedió su hijo Guillermo II, para el que Edgar realizó funciones diplomáticas en Escocia. Cuando Guillermo II falleció, sus dos hermanos Roberto y Enrique se disputaron el trono de Inglaterra. Edgar se puso una vez más del lado perdedor y se alineó con Roberto, que finalmente fue derrotado por Enrique I. Edgar fue hecho prisionero por el nuevo rey en 1106, pero fue liberado y pasó el resto de sus días retirado en sus posesiones en Hampshire sin meterse en más problemas hasta su muerte en 1125.
Fuente| Marc Morris The Norman Conquest.


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