Owain Glyndwr, el último rebelde galés.

Estatua en honor de Owain Glyndwe en Corwen (Denbighshire)

En la última entrada de la serie que estamos dedicando a la conquista de Gales por parte de Inglaterra (Origen del título príncipe de Gales para designar al heredero al trono inglés) apuntábamos que años después de la integración de Gales en la corona inglesa se produjo un último intento galés de rebelión contra los ingleses y de recuperación de la independencia. Esta revuelta fue liderada por el protagonista de esta entrada Owain Glyndwr, quien en un momento dado incluso llegó a recuperar para sí el título de príncipe de Gales.

Owain era un terrateniente de las Marcas Galesas que llevaba varios años enzarzado en una disputa por unas tierras con otro noble galés, el barón Grey de Ruthin, cuando en 1399 en Inglaterra subió al trono Enrique IV (tras rebelarse y hacer firmar su renuncia al trono a su primo Ricardo II, que poco después fallecía en circunstancias poco claras ... pero esa es otra historia). Volviendo a Owain, tuvo la mala suerte de que su rival Grey era muy amigo del nuevo rey inglés. Grey ocupó las tierras de Owain y “olvidó” entregar a este una llamada a las armas realizada por Enrique IV contra los escoceses, de manera que Owain se convertía en traidor al desobedecer una orden real. 

Indignado por esta injusta situación Owain realizó un llamamiento a una serie de fieles amigos galeses y a descontentos para que se le unieran en su feudo de Denbighshire. Allí nuestro protagonista fue proclamado príncipe de Gales a la vez que los reunidos se juramentaron para matar a Enrique IV y desterrar el uso del idioma inglés de Gales. Los sublevados, en formación militar, se dirigieron al feudo de Ruthin, donde se dedicaron al saqueo y al pillaje. 

La conocida como Welsh Revolt, que había empezado en una disputa casi privada entre dos nobles galeses se convirtió en una abierta rebelión que en 1403 se había extendido a casi todo el territorio galés, y a la que incluso se unieron un buen número de mercenarios franceses que en 1404 desembarcaron en Milford Haven; fue la más sangrienta revuelta contra los ingleses en más de cien años.

Durante quince años las fuerzas inglesas y galesas sostuvieron multitud de escaramuzas y pequeñas batallas con suerte diversa; los rebeldes ganaban terreno un año para perderlo el siguiente, siguiendo la tradicional táctica de guerra de guerrillas practicada desde tiempos inmemoriales por los galeses para contrarrestar la superioridad numérica inglesa que sería incontestable en una batalla en campo abierto que los galeses evitaban.

En los momentos más favorables para los rebeldes, Owain llegó a dominar más territorios que ningún otro gobernante galés desde Llywelin El Grande, del que hablamos en el blog en la entrada dedicada a su esposa Joanna Plantagenet (hija de Juan Sin Tierra). Sin embargo a partir de 1410 la rebelión empezó a perder fuerza, entre otras causas por la pérdida de apoyos en Francia y Escocia, y desde 1412 se pierde la pista del líder de la rebelión. Algunas fuentes, en concreto Adam de Usk, afirman que en 1415 Owain  “tras cuatro años de esconderse del rey y del reino, murió y fue enterrado por sus seguidores en la oscuridad de la noche”. 

En todo caso, con la subida al trono de Enrique V en 1413 se suavizaron las tensiones y el nuevo monarca ofreció el perdón a los rebeldes galeses; en 1421 el hijo de Owain se sometió a Enrique y aceptó su perdón.

Lo cierto es que Owain Glyndwr fue el último galés que se proclamó príncipe de Gales y que lideró una rebelión contra Inglaterra destinada a recuperar la identidad nacional de Gales, país en el que es considerado un símbolo nacional.

Fuente: BBC History Magazine.




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