Elise y Otto Hampel, conmovedora oposición a Hitler... mediante postales


En entradas anteriores del blog hemos comentado que, aunque la idea generalizada sobre la actitud de la población alemana ante el nazismo casi hasta sus últimos días fue de una colectiva admisión y hasta complacencia con el régimen, existieron casos de individuos o pequeños colectivos que manifestaron su oposición a Hitler y trataron en la medida de lo posible de oponerse a él, normalmente pagándolo con su vida. Se trata de historias conmovedoras de las que fueron protagonistas personas de la calle como Georg ElserDietrich Bonhoeffero los hermanos Hans y Sophie Scholl. Hubo que esperar a los momentos finales del nazismo (desde 1944) para actuaciones más coordinadas y desde la cúpula del régimen como la celebérrima Operación Walkiria o la Conspiración de las botellas.
Pero si hay una historia de resistencia contra el nazismo que conmueve por su mezcla de sacrificio, ingenuidad, idealismo y lucha de David contra Goliat, esta es sin duda la del matrimonio formado por Elise y Otto Hampel. Se trataba de dos ciudadanos corrientes de Berlín. Elise formaba parte de la Liga de Mujeres del partido nazi y Otto era veterano de la Primera Guerra Mundial. Hasta que el hermano de ella, soldado del Tercer Reich, murió en batalla en noviembre de 1940. Esto hizo despertar en Elise, con el apoyo de su marido, la necesidad de hacer saber a sus compatriotas la verdadera cara del régimen nazi.
Dado que carecían de cualquier medio para hacer llegar sus protestas al resto de berlineses, la idea que se les ocurrió fue la de escribir postales con sus críticas a la realidad del nazismo y de Hitler, postales que posteriormente Otto se encargaba de dejar en diferentes lugares públicos de la capital alemana para que fueran leídos por sus conciudadanos. En estas postales se animaba a los berlineses a no colaborar con el gobierno de Hitler, a negarse a servir en el ejército alemán y a no efectuar donaciones a las organizaciones de ayuda creadas por el nazismo.
Se calcula que en un plazo de poco menos de dos años Elise y Otto escribieron alrededor de doscientas cincuenta postales, que Otto se encargaba de distribuir por Berlín. De manera casi inmediata su actuación llamó la atención de la Gestapo, que puso en marcha sus formidables medios para atrapar a lo que creían que era una célula organizada de resistencia comunista. Para la Gestapo el peligro no solo estribaba en el contenido de las postales en sí, sino también en el hecho de no tener la certeza de interceptar todos los escritos, es decir que algunos escaparan a su control e hicieran mella entre los berlineses y que fueran pasando de mano en mano sin serles entregadas. Eso implicaría que existirían ciudadanos alemanes que albergasen animadversión o, como mínimo, dudas hacia el régimen.
A pesar de la fama de siniestra eficiencia de la Gestapo y de disponer de multitud de informadores, y aunque cada vez que Otto dejaba sus postales en las calles de Berlín ponía en riesgo su vida, el matrimonio fue capaz de continuar con su actividad durante un período de casi dos años hasta que, por casualidad, Otto fue descubierto en octubre de 1942. Cuando fue interrogado tras su detención Otto manifestó que la idea de protestar contra Hitler le hacía plenamente feliz.
[caption id="attachment_9622" align="alignleft" width="300"]6B9F0510-D835-4784-84CB-C09A8C223C6APlaca conmemorativa de Elise y Otto en su casa de Berlín[/caption]
La pareja fue juzgada por el Tribunal del Pueblo, hallada culpable de alta traición y de desmoralizar a la tropa y condenada a muerte el 22 de enero de 1943. La sentencia se llevó a efecto y Elise y Otto fueron ejecutados el 22 de abril de 1943 en la prisión de Berlin-Plötzensee.
Conocí la historia de Otto y Elise a través de la película Cartas de Berlín, protagonizada por Emma Thomson, Daniel Brühl y  Brendan Gleeson, basada a su vez en la novela de Hans Fallada Solo en Berlín. 
Fuentes| Historical Association German Resistance Memorial Center

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