La historia frente a la ficción en "Braveheart"

 

Como muchos, tuve la oportunidad de ver la película Braveheart hace años. Y como muchos quedé fascinado con la figura del héroe escocés que luchó por la libertad de su país contra los ingleses.

Mi grado de fascinación y mi pasión por la Historia me llevaron a leer las biografías de los dos grandes contendientes en esta historia: la de Eduardo I escrita por Marc Morris y la de William Wallace escrita por Chris Brown. No es que me pueda considerar un gran experto en la materia, pero creo que sí puedo aportar algún conocimiento histórico.

Después de muchos años decidí volver a ver Braveheart. Y desde el minuto uno me sorprendió su falta de rigor histórico; entiendo que es una obra de ficción y que se puede permitir ciertas licencias históricas, pero me parece excesivo y fuera de lugar incluir hechos que históricamente está demostrado que no pudieron ocurrir o tergiversar la fecha de un acontecimiento histórico en más de quince años para acomodarlo a la trama.

No pretendo ponerme en plan purista con la fidelidad histórica, sino simplemente reseñar las principales irregularidades históricas de la película.

1.- Escocia 1280: Braveheart empieza narrando que en 1280 Escocia se había quedado sin rey ni heredero y que el inglés Eduardo I había decidido apoderarse del trono escocés, asesinando a nobles del país lo que había ocasionado una gran impresión en el niño William Wallace; este era el motivo de su odio por los ingleses que le llevó a liderar la oposición contra ellos. Todas estas afirmaciones son falsas. El rey de Escocia Alejandro III falleció en 1286, no en 1280, y tenía una heredera, Margaret de Noruega, que falleció en 1290. A partir de ahí se inició un proceso para la elección de un nuevo rey. En este proceso intervino como árbitro (designado por cierto por el Consejo de nobles escoceses) el rey inglés Eduardo I, y como resultado del mismo fue elegido rey de Escocia John Balliol. No fue hasta 1296, cuando Eduardo I exigió tropas y obediencia al rey John de Escocia y éste se opuso, que se puso de manifiesto el deseo del rey de Inglaterra de dominar Escocia. La pretensión de la película de que en 1280 Eduardo I invadió Escocia y asesinó a sus nobles no tiene el más mínimo sentido desde el punto de vista histórico.

2.- La presencia de Isabel de Francia en Escocia: aquí tengo que reconocer algo de razón a la película cuando insinúa que el hijo de Eduardo I, el futuro Eduardo II de Inglaterra era homosexual y tenía una relación con un hombre llamado Piers Galveston. Pero es imposible que la mujer del futuro Eduardo II, Isabel de Francia, se viese implicada en las campañas del ejército inglés en Escocia durante el reinado de su suegro Eduardo I. Y desde luego, parece fuera de la más fértil imaginación (salvo la de Mel Gibson) plantear que pudiera tener una relación amorosa con William Wallace. Más que nada porque las campañas de William Wallace tuvieron lugar en los años 1297 y 1298 y su detención y ejecución se produjo en 1305; Isabel de Francia no llegó a Inglaterra tras contraer matrimonio con Eduardo II de Inglaterra hasta 1308 cuando tanto Wallace como Eduardo I ya habían fallecido.

3.-El odio de William Wallace por los ingleses: le película pretende que la muerte a manos de los ingleses del padre de William en 1280 fue el origen de su odio hacia ellos. Ya ha quedado comentado que los ingleses no invadieron Escocia hasta 1296. Y es en ese momento cuando existe la primera evidencia histórica sobre William Wallace: dirige un grupo que asesina al sheriff designado por los ingleses en el condado de Lannark. No está claro el motivo que le lleva a hacerlo; parece claro que es en respuesta a la muerte de un familiar, su padre o su amante. Wallace se esconde en los bosques de Selkirk donde cada día se le unen más escoceses descontentos con la dominación inglesa. Y desde allí lanza, junto con Andrew Murray, el ataque que le aúpa a la fama y al cargo de Guardián de Escocia cuando derrota a un ejército inglés en la batalla de Stirling en 1297.

4.- El papel de Robert Bruce: reconozco que es un personaje que no es fácil de calificar. De entrada hay que aclarar que en el proceso que en 1292 llevó a designar rey de Escocia a John Balliol, el candidato al trono llamado Robert Bruce no era el protagonista de la película, sino su abuelo. Cuando este fallece y su hijo se desentiende de Escocia y se instala en Inglaterra, entra en escena el Robert Bruce que tiene protagonismo en la película. Insisto que su papel en la Historia no es fácil de calificar, pero no es el que se le adjudica en Braveheart. En diversas ocasiones se alineó con los ingleses, pero ni parece que traicionara a Willam Wallace en la batalla de Falkirik (los dos acabaron huyendo de la misma a caballo) ni tuvo nada que ver con la captura que concluyó con la ejecución de Wallace; fue un empeño personal de Eduardo I, que perdonó la vida a todos los escoceses que se le opusieron en la campaña que acometió en 1304 menos a Wallace. Y hay que recordar que Robert Bruce terminó logrando la independencia de Escocia tras su victoria sobre Eduardo II  en Bannockburn en 1314.

5.- El conflicto legal: es cierto que se produjo un conflicto legal entre las sentencias dictadas por John Balliol y la posibilidad de las autoridades inglesas de revocar dicha sentencias. Pero se trató de una cuestión sobre lindes que planteó un terrateniente de Berwick; no desde luego como sugiere la película del ejercicio del derecho de pernada de un señor inglés sobre una novia escocesa.

Para información más detallada sobre la realidad histórica de Escocia en los tiempos de William Wallace y Robert Bruce se pueden consultar las entradas del blog sobre la muerte del rey Alejandro III, sobre la batalla de Falkirk y sobre la subida al trono de Robert Bruce.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿De dónde viene la expresión «negar el pan y la sal»?

¿Jugaban los sajones al fútbol con cabezas de daneses decapitados?

Nuevo libro de Daniel Fernández de Lis: De Covadonga a Tamarón