Margaret Pole, una Plantagenet entre los Tudor.
Margaret Pole, condesa de Salisbury |
La historia de Margaret Pole es una prueba de lo difícil que fue para los miembros de la familia Plantagenet la vida después de la subida al poder del primer monarca Tudor Enrique VII tras la batalla de Bosworth (ver la entrada dedicada a la misma; dado que en este artículo se hace referencia a diversos asuntos ya tratados en el blog, hay un enlace a cada una de las entradas).
Margaret era hija de Jorge, duque de Clarence, hermano de los reyes Eduardo IV y Ricardo III. Durante la Guerra de las Rosas que enfrentó a las casas de York y Lancaster, Jorge se rebeló contra su hermano Eduardo IV y junto a Richard Neville “The Kingmaker”, trató de derrocar al rey. Aunque se reconcilió con su hermano, Eduardo no dejó nunca de sospechar de él y finalmente en 1478 hizo que el Parlamento le condenara por los cargos de traición y conspiración para derrocar al rey y le sentenciara a muerte. La sentencia se ejecutó el 17 de febrero de 1478. Margaret tenía cuatro años.
La victoria de Enrique Tudor en Bosworth en 1485 hizo que los miembros supervivientes de la familia Plantagenet fuesen vistos de manera sistemática como sospechosos de posibles rebeliones contra el nuevo rey. Algunos de ellos pasaron el resto de su vida en prisión o fueron ejecutados, como el hermano de Margaret, Edward que estuvo preso hasta su ejecución en 1499. En el caso de las mujeres, la práctica fue casarlas con miembros de la familia Tudor o fieles partidarios de la misma. El mismo Enrique Tudor se casó con Isabel de York. En el caso de Margaret, Enrique la casó con su primo Sir Richard Pole. Margaret y Richard tuvieron cinco hijos (uno de ellos llegaría a ser arzobispo de Canterbury) y ella estuvo segura mientras Richard vivió. Pero la muerte de éste en 1504 hizo que Enrique recortara sensiblemente su pensión y Margaret pasó unos años difíciles hasta que en 1512 el nuevo rey Enrique VIII la destinó al servicio de su esposa Catalina de Aragón y le concedió el título de condesa de Salisbury, lo que mejoró notablemente su situación económica.
El apoyo de Margaret y sus hijos a Catalina de Aragón y a su hija María Tudor cuando Enrique VIII repudió a la reina para casarse con Ana Bolena, lo que provocó el nacimiento de la iglesia anglicana, hizo que en 1539 se dictase contra ella una sentencia por “haber cometido diversos y detestables actos de traición” y fuese encarcelada en la Torre de Londres, aunque sus condiciones de vida eran bastante cómodas.
Sin embargo, un levantamiento en el norte del país, tradicional feudo de la rama de los York de la familia Plantagenet, hizo que Enrique VIII sospechase que Margaret pudiese convertirse en un símbolo para los rebeldes y la hizo ejecutar el 27 de mayo de 1541. El verdugo era inexperto y chapucero y la ejecución de Margaret fue particularmente horrible porque fueron necesarios varios golpes con el hacha para que finalmente fuese decapitada.
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