"The Conqueror", un rodaje de muerte.
Cartel publicitario de la película The Conqueror, titulada en España El Conquistador de Mongolia |
Las técnicas de maquillaje y efectos especiales existentes en la actualidad permiten que resulte creíble que un actor de más de 1,80 metros de estatura interprete al enano Gimli o que una actriz se convierta en una habitante de un planeta lejano, de color azul y extraños rasgos. Desgraciadamente, en los años 50 estas técnicas no estaban tan desarrolladas y quizás ese fue uno de los motivos del fracaso de The Conqueror, película que trató de manera infructuosa que John Wayne resultara convincente en el papel del caudillo mongol Gengis Khan que interpretaba en el film.
The Conqueror fue una superproducción producida por el multimillonario Howard Hughes, dirigida por Dick Powell y protagonizada por las estrellas de la época John Wayne, Susan Hayward y Pedro Armendáriz. Sin embargo, como hemos dicho, la película resultó un absoluto fracaso en taquilla y hubiera quedado en el olvido si no fuera por una circunstancia completamente ajena a la propia superproducción.
En ocasiones salta la noticia del fallecimiento de algún miembro del rodaje de una película, normalmente el de un especialista que perece en la grabación de una escena arriesgada del filme que no sale como se esperaba. Sin embargo, ni The Conqueror era una película con escenas de acción especialmente peligrosas, ni ningún miembro de su equipo falleció durante el rodaje, cuyos exteriores se grabaron en el desierto de Utah, que se consideró como una localización con semejanzas a la estepa mongola que trataba de reproducir. El rodaje de la película terminó y el equipo dejó Utah.
Con lo que nadie contaba es con el hecho de que en el vecino Estado de Nevada, y también en su desierto, las fuerzas armadas de Estados Unidos habían estado realizando unas pruebas secretas en las que se utilizaban armas nucleares. La nube radioactiva que generaron dichas armas llegó hasta las localizaciones en las que se rodaba la película y terminó afectando al cabo de los años a diferentes miembros del equipo de rodaje de The Conqueror que estuvieron en Utah.
Es complicado determinar cuántas personas del equipo que en los años siguientes desarrollaron un cáncer lo hicieron como consecuencia directa de la radioactividad emitida por las armas nucleares testadas en el desierto, pero algún estudio señala que el hecho de que 91 miembros del rodaje (entre ellos John Wayne y Susan Hayward) contrajesen algún tipo de cáncer y falleciese como consecuencia del mismo (Pedro Armendáriz se suicidó al conocer que tenía cáncer), sobrepasa en mucho las probabilidades medias que se hubiesen producido si no hubiesen estado sometidos a la nube radioactiva generada por las pruebas con armas nucleares. Lo que es indudable es que con estos antecedentes y con sus nulos resultados en taquilla, The Conqueror se ha ganado a pulso el calificativo de "película maldita".
Tuve conocimiento de esta historia a través de la interesante novela negra de corte clásico Letal como un solo de Charlie Parker, de Javier Márquez Sánchez, reseñada en mi blog de lectura y que recomiendo a los amantes del género.
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