Dietrich Bonhoeffer, un religioso contra el nazismo
Dietrich Bonhoeffer |
En algunas entradas del blog hemos hablado de personas y movimientos que dentro de Alemania se opusieron al nazismo (ver los artículos dedicados a Georg Elser y a La Rosa Blanca).
Una de las cuestiones que más polémica plantea sobre la oposición interna al nazismo es el papel desempeñado por las diferentes confesiones religiosas cristianas existentes en el país. Decir que un régimen que asesinó vil y salvajamente a millones de personas no era un régimen de corte cristiano parece una obviedad, pero creo que conviene aclarar la posición del nazismo sobre la religión y de esta sobre el nazismo.
Para el nazismo la religión cristiana era un estorbo para la implantación de su ideología y nunca fue un pilar esencial de su credo político. Dejando de lado los delirios ocultistas y megalómanos de Himmler sobre el origen divino de la raza aria, para los ideólogos nazis la única religión posible del régimen era la suya y el cristianismo y su arraigo en el país era un considerable estorbo con el que en todo momento marcaron las distancias.
En cuanto a la posición de la Iglesia (entendiendo como tal las instituciones religiosas protestantes y católicas), hay que diferenciar las posturas adoptadas como tales instituciones de las asumidas a título individual por alguno de sus miembros. En el primer caso la posición institucional de la Iglesia puede calificarse como de neutralidad pasiva y en algún caso como el de las leyes sobre esterilización perpetradas por los nazis (sí, a veces las leyes no se dictan, se perpetran), la postura de la Iglesia se puede calificar como de incomprensible silencio.
Muy diferente fue la actitud adoptada a título individual por diferentes miembros del clero católico y protestante que, en casos como el del protagonista de esta entrada, hay que calificar como de admirable e incluso heroica.
Dietrich Bonhoeffer era un joven pastor luterano de 26 años que ejercía de profesor en la Universidad de Bonn cuando los nazis llegaron al poder en 1933. Desde el principio se mostró crítico con el nazismo en aspectos como el de la persecución de los judíos ("La Iglesia debe hacerse cargo de todas las víctimas de una persecución", escribió, "incondicionalmente y aunque ellas no pertenezcan a ninguna comunidad cristiana").
Su oposición al credo nazi continuó durante los años siguentes, hasta el punto de ver cómo un seminario para predicadores que organizó en 1937 fue clausurado por la Gestapo, en cuyo punto de mira estuvo desde entonces.
En 1939 viajó a Nueva York y pudo haber elegido permanecer allí y ver los toros desde la barrera, pero entendiendo que su sitio estaba en Alemania regresó a su país para implicarse activamente en la oposición al régimen nazi, en los complots para derrocar a Hitler mediante un golpe de Estado y en el intento de salvar a cuantos judíos pudo del horrendo destino que les esperaba a manos de los nazis.
Como decíamos antes, las actividades de Bonhoeffer no pasaron desapercibidas para la Gestapo y fue detenido en abril de 1943. Como en el caso de Georg Elser, después de pasar años en prisiones y campos de concentración nazis el trágico destino de Bonhoeffer fue ser ignominiosamente ejecutado en el campo de Flossenburg el 9 de abril de 1945, es decir menos de un mes antes del definitivo hundimiento del nazismo y de la rendición de Alemania. Los testimonios de quienes presenciaron su ejecución destacan la templanza y serenidad con la que afrontó su cita con la horca.
Bonhoeffer es considerado un mártir por su lucha y sacrificio contra el nazismo. Otros religiosos alemanes también se opusieron con heroísmo al terror nazi como Martin Niemöller y Bernhard Lichtenberg, pero esa es otra historia.
Quien quiera conocer más en detalle la historia de Dietrich Bonhoeffer puede visitar la página web dedicada a él (http://www.dbonhoeffer.org). Para los interesados en saber más sobre los movimientos de oposición al nazismo en Alemania y de los intentos de derrocar y asesinar a Hitler vuelvo a recomendar el libro de Gabriel Glasman "Objetivo cazar al Lobo", que me ha servido de fuente para redactar esta entrada.
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